Un jueves cualquiera

Hoy he dormido poco, pero lo peor ha sido la sensación con la que me he levantado del estilo de "Pero que coño estoy haciendo aquí", en el sentido amplio de la idea como concepto. Quiero pensar que es el síndrome postvacacional, que ya puestos uno más no importa.

Ha venido el de la caldera a hacer la revisión, a comprobar que lo que ocurrió hace una semana no se vuelve a repetir (saltaban los plomos y en la caldera se oía un chisporroteo de cable pelao la mar de preocupante). Por lo visto ya que estaba nos ha cambiado un par de piezas y nos ha dado el palo.

Le he debido de ofrecer café como cuatro veces con lo que no me extrañaría que pensase que le estaba tirando los trastos, cuando en realidad estaba tan dormido que solo podía pensar en café y olvidaba lo que decía a los tres segundos. Aprovecho para reivindicar la entrada de la mujer en el mundo de los técnicos de gas, de calderas, fontanería y de más. Exijo que llegue la igualdad de oportunidades a todos los sectores, incluso a los de las fantasías eróticas con profesionales que vienen a casa a arreglar algo (hummm, que mal ha sonado esto. Entiendase algo como "El fontanero, su mujer y otras cosas del meter", pero que ponga, no que de risa).

Notición: Levi Strauss anunció que ha diseñado unos pantalones compatibles con el Ipod de Apple.
Vamos, ya era hora. Hasta ahora tenía problemas de compatibilidad y tenía que reiniciar los pantalones cada dos por tres. Un rollo vamos. Menos mal que el mundo avanza en la dirección correcta.

Notición de verdad: Las Ocas Catalanas ganaron ayer su segundo partido asegurándose la segunda posición (por la cola) de su liga. Partido disputadísimo y apasionado, que llegó a hacer sombra al partidillo del barça. Nunca pensé que hubiesen tantas chicas jugando a futbol y que lo hiciesen tan bien, en serio. Son mejores jugando que eligiendo nombres para los equipos, eso también hay que decirlo.