Una de las preguntas más recurrentes a las que te enfrentas cuando has decidido dejar tu país de origen es por qué.
Aquí se sorprenden de que hayas dejado atrás el sol, la buena vida, y las ciudades bonitas. Entonces no puedo reprimir un suspiro y decir
- Es que el resto...
El resto, con todo el cariño, apesta. España es un país esquizoide, que no se reconoce a si mismo ni en el espejo, y que supura miserias en todos sus aspectos. Y ahí es donde me arremango y empiezo a desgranar argumentos.
Desprecio a la cienciaIntocabilidad de las instituciones no democráticasPodrás criticar a la iglesia, sí, claro, la libertad de expresión es lo que tiene. Pero como se te ocurra promover recortes de sus privilegios, ya tienes el lio montado.
Clase política ridículaTal como comentaba
Bellosoli el otro día, si nos fijamos en la preparación de los políticos que dicen representarnos nos encontramos que mayoritariamente ocupan cargos para los que no tienen, como mínimo, estudios. Acabamos con historiadores en el ministerio de Fomento, y ministros de exteriores sin idiomas, etc, etc. ¿Nos importa? Ni lo más mínimo. Porque después de todo en España no votamos a favor de tal o cual partido, sino "en contra de". Cualquiera nos vale menos el que no queremos.
Y encima la manipulación maniquea que hacen los politicos es demencial. Nos distraen con temas absurdos, y convierten todo en un
"o estas con ellos o estás con nosotros". Dicen sandeces y memeces y se quedan tan anchos, pues no tienen que rendir cuentas ante nadie, porque todos lo hacen. Nos distraen con terrorismo, divisiones, familias reales, y asignaturas de colegio (El día que monten el mismo follón por el nivel patético de matemáticas o de inglés, daré palmas con las orejas, de verdad)
Incapacidad para el debateEn españa no se debate, ni tan siquiera se discute, se trata de imponer tu opinión. Así de claro. No escuches posibles razonamientos o argumentos que no compartas. No. No podemos, no nos lo han enseñado, ni lo hemos visto nunca. Discutimos por desgaste, hasta que alguno se cansa. Y esa es la victoria, decir la última palabra.
Así lo vemos en los medios, en la calle y en todos sitios. Y nadie enseña otra forma de hacerlo, porque despreciamos la cultura, la filosofía y todo lo que no nos de dinero.
Instrumentalización de la cultura
La cultura sólo es útil si produce dinero. Dedicarse a estudiar Ruso es una pérdida de tiempo si no vas a sacar dinero, o aprender a tocar el piano (
"que haces? si con eso no se puede vivir"). Cuantas veces hemos oido eso de "
¿y eso de que te sirve?".
Conciencia social inexistente
Delegamos todo nuestro poder y capacidad de decisión es esa deplorable clase política, esquivando cualquier tipo de implicación, y esperando que nos resuelvan los problemas desde las instituciones. Toda iniciativa social que tire para adelante sin el amparo de las instituciones es una heroicidad, y el camino a seguir. Y las hay, pero son gotas en el mar.
El síndrome del listoSi no robas cuando tienes oportunidad, es que eres tonto. Y eso se aplica a todos los estratos de la sociedad. Claro, nos quejamos de los políticos (que ya he comentado que son mayoritariamente unos miserables y obtusos mentales) que roban, enchufan a amigos y salen de rositas con sus guantes blancos. Pero en España roba todo el mundo. Somos un país de listos que no dejan pasar una oportunidad de abusar del prójimo, y encima no dejamos de quejarnos de que la gente sea así.
Escaquear los impuestos, comprar a nombre de la empresa, ratearles dias de vacaciones a los empleados, no pagar ni una hora extra, no pagar la zona azul ni las multas, pedir medicamentos que no nos hacen falta, colarse en el metro, pedir becas sin necesidad, y vivir de subenciones, etc, etc.
Y cuando vemos a alguien que no lo hace... le miramos pensando "mira que tonto"
Y cuando nos ahorramos cuatro duros pensamos "mira que listo que soy".
Síndrome de "siempre es la culpa de otro"Eso sí, luego nos quejamos, y no sólo eso, sino que nos cabreamos como monos. Nos indignamos con los políticos, los vecinos, los conciudadanos que son todos unos antisociales. Sistemáticamente le echamos la culpa a todo el mundo, menos a nosotros mismos.
Síndrome de "las cosas son así"Y luego, después de mucho quejarnos y mil aspavientos, no pasa nada. Porque son quejas vacias, absolutamente improductivas. Como nadie asume responsabilidades todos creemos que es inútil quejarse por escrito a nadie. Y lo que es peor, la mayoría de las ocasiones es cierto, porque como todo el mundo sabe, "las cosas son así". Como si no hubiese alternativa posible.
Y ojo con que alguien plantee una alternativa, vamos. Se le echan al cuello y todo son trabas.
Pero claro, toda esta entrada es un ejemplo magnífico de todo lo que trato de reflejar. Porque mucho quejarse, pero aquí no hay ni un análisis de las causas, ni un planteamiento de alternativas para ponerles remedio.
Personalmente considero que la raiz de la mayor parte de estos problemas es el desprecio a la cultura y a la ciencia. La cultura es la expresión de la sociedad, y sin apreciarla no se puede apreciar la sociedad ni sentir una vinculación con ella. Con la ciencia aprendemos a analizar la información disponible, a ponerla en crisis, a buscar fuentes y contrastarlas. Es decir, adquirimos un método para tener objetividad y criterio. Espíritu crítico le llaman, y brilla por su ausencia en toda la península.
La iglesia católica se ha unido indisociablemente al concepto de estado, y éste se ha respaldado morlamente en ella. De esta manera nos encontramos con que se ha institucionalizado un pensamiento único y una moralidad orquestrada para conducir a los ciudadanos como borregos, vaciándolos de su propia voluntad y criterio, convirtiéndolos en marionetas de intereses que ni tan siquiera son capaces de identificar. Es posible que dicho modelo venga ya de los romanos, pero las únicas instituciones que siguen representando actualmente dicha herencia son estas.
Todo esto viene a cuento de que hoy me he enterado de que retiran
REDES, el programa decano de la ciencia en Televisión Española. Un rincón para la divulgación de las investigaciones más punteras y las entrevistas más fasciantes. Se lo ventilan
sin dar ninguna explicación, y sin que vaya a pasar nada. Total, lo que la gente necesita es panes y juegos. Así tendríamos que estar dando palmas con los programas dedicados al corazón, a los sucesos, y las miserias de la gente.
Con dos cojones, señores de TVE. Me dan ustedes arcadas y una pena enorme.