Hay días de estos en los que parece que la tristeza del universo se manifiesta alrededor sin pedirnos permiso. Hay días de estos en los que tratas de absorber esa tristeza para que haya menos en el mundo y que todo pueda seguir funcionando. Pero no sirve de nada y ni las lágrimas destilan esa tristeza que va de la mano de la vida.
Sueños rotos, ilusiones estrelladas sin tiempo para haber volado, corazones que lloran ausencias infinitas, esperanzas traicionadas, desengaños inmerecidos, cobardías insufribles, verdades injustas, y la conjura del universo para evitar que lo que pudiese ser perfecto no lo llegue nunca a ser del todo.
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