martes, enero 16, 2007

No todas las joyas para tus orejas son pendientes

Cuando llegué a irlanda me recibieron tres canciones. Cada una en momentos distintos, cada una por sorpresa, y cada una se me escapaba entre los dedos y sin saber como conseguirlas.

Sabía que era cuestión de tiempo, de alguna manera tenía la certeza de que acabarían llegando, y es que dicen que todo acaba en su sitio con el tiempo.

Ayer por casualidad di con una de ellas, "Life on Mars".



Es curioso lo que pueden llegar a hacer sentir las canciones.

1 comentario:

ooo dijo...

Aiiins.... la música.... e Irlanda.... No sabes la envidia que me das!

Durante los tres meses que pasé allí me acompañó, cada día, Ultraviolet de U2 :)