Al final, quien lo iba a decir, encontré una habitación en el lugar que deseaba cuando llegué a Dublín. Y es que la vida es asi de extranya. Ni trabajo donde esperaba ni la vida es tal como la planeaba entonces, pero acabo donde esperaba acabar al principio.
Resulta fascinante lo mucho que han cambiado las cosas en los últimos dos anyos. Han pasado de hacer listas para aceptar inquilinos a desesperarse para encontrar gente para encontrarlos.
El Tigre Celta ha muerto, y con él se ha llevado a una generación que pensó que ahorrar era para perdedores. Por delante se ha llevado a una generación de inmigrantes que aprovecharon la ola como ningún otro. En tierra dejan a un punyado de gente que aprovecha la crisis para tener por 500 lo que antes era 700. Aunque hay que reconocer que los precios aun estan por las nubes.
En cualquier caso hoy empiezo un nuevo comienzo. La primera noche en u sitio que puedo llamar hogar por primera vez en anyos. Un principio de algo que promete ser muy interesante. Bueno, quizás no tanto, pero como mínimo será mejor.
Y es que he estado viviendo demasiado tiempo atado a, como dice un amigo, que lo bueno es lo enemigo de lo mejor.
Esta vez, hemos ido a mejor.
1 comentario:
Pues ánimo, hombre, y Fáilte de nuevo.
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