Os juro que cada día me siento más Keynesiano.
Llevo un par de días tratando de sintetizar mi visión de la crisis, y lo cierto es que ya voy por cuatro páginas y por dos cabreos.
Un día de estos quizás os suelte el ladrillazo, quizás lo haga por etapas, o quizás directamente lo mutile y deje solo las piedrecillas. En cualquier caso sigue sin tener ni pies ni cabeza, pero me cabrea igual.
1 comentario:
Ñé?
Vuelve a Dublín ya, que estás hablando raro.
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