martes, mayo 01, 2007

Sin ánimo de ofender

¿Cómo desaparece el nacionalismo? Sólo comprendiendo plenamente sus implicaciones, examinándolo, captando su significado en actividades tanto externas como internas. [...]

Así, pues, el nacionalismo no sólo causa conflictos externos, sino también frustraciones internas; y cuando uno comprende el nacionalismo, todo el proceso del nacionalismo, éste se desvanece. La comprensión del nacionalismo llega mediante la inteligencia, observando e investigando cuidadosamente todo el proceso de nacionalismo y del patriotismo. De esa investigación surge la inteligencia y entonces no se produce la sustitución del nacionalismo por ninguna otra cosa. En el momento en que sustituís el nacionalismo por la religión, la religión se convierte en otro medio de autoexpansión, en una fuente más de ansiedad psicológica, en un medio de alimentarse uno mismo con una creencia. Por lo tanto, cualquier forma de sustitución, por noble que sea, es una forma de ignorancia. [...]

La sustitución es simplemente una forma de autosoborno, de incitaros a que no hagáis esto sino aquello. [...] la inteligencia no surge por el mero hecho de aprobar exámenes y estudiar en los libros. La inteligencia surge cuando comprendemos los problemas a medida que se presentan. Cuando hay comprensión del problema en sus diferentes niveles, no sólo superficialmente sino también en sus formas internas, psicológicas, entonces, en ese proceso, la inteligencia se manifiesta. Cuando hay, pues, inteligencia no hay sustitución; y también cuando hay inteligencia desaparece el nacionalismo y el patriotismo, los cuales son una tontería.

Jiddu Krishnamurti (más aquí); "La libertad primera y última"; RBA
Visto entero en Yoquetunoloharia


5 comentarios:

bellosoli dijo...

si, pero cuando se posee la inteligencia para comprender y solucionar los problemas que se nos presentan, también surge la consciencia de que no todo es tan simple y llano como aparenta. No todo se reduce a un sentimiento irracional surgido de unas tripas ambrientas de ignorancia. Y uno puede llegar a darse cuenta que hay motivos económicos, sociales y culturales detrás de una ideologia.

Sea como sea, siempre me ha parecido muy osado tachar de tontería o falto de inteliència a algo en que no se cree. Ni que sea por la molesta soberbia que desprende el que se considera a si mismo inteligente e ignorante a los que no piensan como él.

A parte, que meter a todo el mundo dentro de un mismo saco...

Anónimo dijo...

Pues a pesar de estar en parte de acuerdo con el comentario anterior, también estoy MUY de acuerdo con el texto, sin duda. Todos los "ismos" me dan miedor...

Carlitos Sublime dijo...

Pues hombre, más que en el concepto de nacionalismo, el problema radica en el uso que se haga de él. No creo que haya nada malo (todo lo contrario) en potenciar el idioma, en conocer la historia y en valorar el patrimonio singular.

Otra cosa es que agarremos eso con fuerza para arrearle en las narices al que consideramos "diferente", "profano", y en recalcar todo aquello que nos separa en lugar de enaltecer las cosas que nos unen, que no son pocas.

Y esto, valga para todos los nacionalismos.

Saludos. ¿Sigues en Irlanda?

Prometeo dijo...

Bellosoli; Ya sabes que todos los -ismos y los -istas me echan bastante para atrás. Básicamente incluyen una necesidad de filiación, de seguimiento incondicional (prohibido cuestionar los principios, las razones, o la naturaleza de lo que apoyamos, porque sería negar o cuestionarse a uno mismo) que personalmente me ponen los pelos de punta.

En el caso de los nacionalismos creo que son una herramienta para manipular a la gente y acabar consiguiendo que los intereses de unos pocos sean defendidos por unos muchos (lo cual en ocasiones puede ser bueno, por su fin pero no por sus causas).

Considero al nacionalismo una manipulación, porque la nación fue definida por otros y nosotros la asumimos como propia. En mi opinión cada uno tiene su propia nación, totalmente diferente. Es la gente con la que comparte el día a día, la familia, los amigos, las anécdotas, historias y lugares (que lo son por la gente, no por las piedras).

Y con esto quiero decir que si mi "nación" oficial fuese atacada, y mi gente se fuese a otro sítio, a la otra punta del mundo, yo ya no tendría nada que defender allí.

Será que tengo poco apego a la tierra, o quizás que tengo mucho apego a toda la tierra.

Pero no considero que sea por inteligencia o tontería. Simplemente cada cual ha de elegir sus conclusiones, y los -ismos y los -istas suelen conformarse antes con las que tienen. Y es que encontrar a alguien que haya cuestionado los principios de su -ismo es difícil, pero no imposible, y me alegro.

Medea; Es que la razón, como la verdad, no es una, sino muchas y de muchos colores, y estan en todos lados. Por eso una vez me digeron que los -ismos son como gafas teñidas, todo lo ves desde la misma "verdad".
Yuyu me da, jejeje.

Carlitos; Precisamente se trata de eso, apreciar los puentes que nos unen y no los acantilados que nos separan.
Sí, sigo en Irlanda, más feliz que una perdiz. A ver si cuento un poco más de mi vida por aquí que por tu comentario me he dado cuenta de que no cuento nada.

Abrazos para tod@s!

Encarna Hernández (Elis Nennit) dijo...

Me ha gustado tu texto, no sólo por lo expuesto, que también, pero más por las respuestas que crea cuando otros leen.

Un saludo.