Acabo de ser vencido, derrotado y humillado, por el tapón de seguridad para niños del bote desatascador.
Todo junto resulta una ironía demasiado grande para estas horas del día.
O soy un niño, o un manazas, o un peligro, o un cenutrio incapaz de entender las intrucciones.
Ahogaré mis penas con bollos y nocilla, a recordar los tiempos de la residencia (jodo, algún día de estos tendría que contar alguna historia de la residencia.
3 comentarios:
El tapón de seguridad es imposible de abrir. Que si aprieta aquí mientras giras y pitos y flautas. Nada, nada. Una tortura.
Que alegría volver a saber de ti Chocoadicta! Estabas totalmente desaparecida
Gracias por vuestra solidaridad, a las dos. Pero os diré para vuestra sorpresa (y la mia) que lo conseguí! Abrí el puñetero bote. No os diré a que precio, pero lo conseguí.
¿Leiste antes las instrucciones de uso? Ja, ja, ja, a mi me suele ocurrir que no lo hago y...tampoco puede abrirlo
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