En ocasiones prestamos más atención al bronce que nos llega desde el pasado porque podemos imaginar quien fué, lo que nos habría dicho, lo que habrá vivido; mientras la carne que todavía respira y da vida a una persona cargada de historias, experiencias y cálidas caricias nos resulta más amenazante.
Que duras podemos llegar a ser las personas, casi como el bronce.
Un espacio para todo lo que me apetezca. Reflexiones, fotos, experiencias, recomendaciones, opiniones, y todo lo que pueda ocurrir dentro del proyecto Vacaburra.
jueves, noviembre 24, 2005
Estatua, niña y vieja
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