domingo, junio 19, 2005

Hasta las narices de hipocresía

Siguiendo lo de ayer, encuentro esta frase en el manifiesto de los convocantes de la manifestación a favor de la familia (ellos no lo dicen, pero se trata de la familia tradicional católica, y no aclararlo me parece de mala fe).

"No puede haber Gobierno democrático que no escuche la voz del pueblo y que intente aprobar una ley tan importante sin un consenso, sin contar al menos con la mitad de la población."


Como se debieron sentir Acebes y Zaplana al oír esto. ¿Se les puso el pelo cual escarpias? ¿O les entró un ataque de risa histérica y descontrolada? ¿O simplemente sonrieron maliciosamente regodeándose en el cinismo que les caracteriza? ¿O es que nadie se acordaba de el 15 de febrero del 2003, el cuarteto de las Azores y las armas de destrucción masiva?


Si algo me cabrea de la derecha española (y los de derechas) es la falta de memoria, de espíritu crítico y el doble rasero que manejan para justificar todo, no se si fruto de una doble moral o a causa de una total falta de moral.

Aunque la presunta izquierda se muestra vacilante, desorientada y perdida. Por lo que me da la impresión de estar huérfanos de liderazgo en ningún sentido.

Y es que la victoria del neoliberalismo fue desvirtuar la posibilidad de cualquier alternativa, sustentándose en la peligrosa idea del progreso económico continuo, la seguridad y el miedo.
Yo lo siento. A mi no me escucharon en su día en contra de la guerra, ni contra el PHN, ni contra la LOU. Que me vengan ahora la pandilla de integristas católicos a sentirse atacados me toca los cojones (con todas las letras). Ya está bien de este país de curas y misa de domingo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parecías un chico especial por los posts que tienes ahí arriba... pero ahora me parece que mucho ruido y pocas nueces, una verdadera lastima, la verdad. Casi pensaba que te entendía...

Prometeo dijo...

:-O

Vaya, pues gracias por la sinceridad y apreciar los "posts de ahí arriba". Me queda la duda de pq dices que "mucho ruido y pocas nueces".