En el año del libro nadie está haciendo más por promocionar la lectura que Renfe. Y es que con su campaña de huelgas, retrasos y averías me paso tanto tiempo en la estación que no me ha quedado más remedio que darme a la lectura.
Ríanse ustedes, pero en una semana de huelga bien puede caer un libro enteros, tranquilamente.
Y es que los profesionales que están convocando huelga cada dos semanas noseporquepuñetera razón me han ayudado a canalizar toda mi mala leche de forma productiva a través de la lectura. Así ahora soy un usuario víctima de su "servicio" igual de cabreado pero más culto. Ya no les deseo que les "den por culo", sino que prefiero desear que sean "penetrados insistente y vehementemente por un encabritado caballo andaluz".
No me negarán el evidente salto cualitativo en mis cabreos.
Ríanse ustedes, pero en una semana de huelga bien puede caer un libro enteros, tranquilamente.
Y es que los profesionales que están convocando huelga cada dos semanas noseporquepuñetera razón me han ayudado a canalizar toda mi mala leche de forma productiva a través de la lectura. Así ahora soy un usuario víctima de su "servicio" igual de cabreado pero más culto. Ya no les deseo que les "den por culo", sino que prefiero desear que sean "penetrados insistente y vehementemente por un encabritado caballo andaluz".
No me negarán el evidente salto cualitativo en mis cabreos.
1 comentario:
Dios, que finura
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