martes, agosto 30, 2005

Últimamente vienen ocurriendo varias cosas en mi vida que me tienen sorprendido, por no decir descolocado. Hay aprecios que no te esperas recibir y que llegan como una fresca lluvia de primavera y son de estas cosas que te hacen levantar la mirada para darte cuenta del paisaje que te rodea. Y es precioso. No recuerdo muy bien como he llegado hasta aquí, se cual ha sido el camino, pero no los pasos.

Tengo miedo de que se rompa esta pompa de serenidad, pero no lo pienso.


Hace tiempo alguien me preguntó "¿Qué has hecho hoy para ser mejor?"
Inquietante.

PD: La mudanza sigue su curso.

lunes, agosto 29, 2005

Mudanza

Estoy de mudanza. Mudanza a un espacio donde ya he vivido, donde los recuerdos pueden volver, pero jamás serán los mismos. Donde las emociones habitaron y dejaron sus posos en mi alma. Días inolvidables, y días por llegar.

Es curioso la de cosas que se acumulan, que se guardan sin darnos cuenta. Pero ahora paso de tener una habitación grande con un gran armario a una pequeña con muchos cajones. Cambio la luz por la calidez. Creo que es una etapa que no se si empieza o acaba. ¿Quién seremos el día de mañana? ¿En quién nos habremos convertido? ¿Cuanto tiempo hace falta para vivir una vida entera? Siempre tengo más preguntas que respuestas, y es algo que me gusta. Porque las respuestas siempre pueden ser mentira, pero una pregunta nunca, así que la verdad es posible que esté ahí, en las preguntas, incluso en las que callamos.
Escucho Saeglopur de Sigur Ros y me atrapa en una espiral de emociones sin nombre que hierven gritando su silencio. Se arremolinan y luchan por salir, aunque no encuentran el camino y vuelven a la calma, esperando su oportunidad, sabiendo que llegará.
Preparo la vuelta al mundo real. Con tiempo y con calma. Me gusta la calma, incluso cuando se acaba.

jueves, agosto 25, 2005

Cosecha de chinchetas

Como viene siendo costumbre cada vez que vuelvo a casa y puedo pasar un poco de tiempo con calma empiezo la cosecha de chinchetas. Son cosechas cortas, porque se hacen te tanto en cuando y se pierde la costumbre. Hay que volver a endurecer la piel de las manos, y recordar con los dedos como arrancar del alambre una chincheta que antes no estaba ahí pero que se puede encontrar si se mira con atención.

No se si alguien más se dedica a hacer sus propias chinchetas, y no se si las mias son originales o no. Lo que si que se es que son un pedacito de mi tiempo y que las quiero como a un hijo feo, carajo, son las más bonitas del mundo. Y por esa razón no las tiene cualquiera, no. :-)

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Otras chinchetas, porque siempre se puede evolucionar, chincheta reinventada aunque las mias son más artesanales.

martes, agosto 23, 2005

Welcome back

Hoola de nuevo. He vuelto, he sobrevivido y ahora todo parece que haya sido un sueño. Ocurrió de verdad? Por suerte no ha dejado cicatrices ni nada parecido para certificar la superación de las vacaciones. Todo ha ido bien, estamos sanos y salvos.

Mirando para atrás no se muy bien que explicar. Tengo la sensación de que ha sido un verano extraño. Bueno, de hecho para ser sinceros llevo un año extraño. Quien me conoce sabe bien las razones, quizás mejor que yo, y no es plan descuartizarme emocionalmente para analizar los trozos en público, como si hubiese algo interesante en todo ello. Cuando lo cierto es que estoy más bien perdido, quizás desorientado, y sin remedio a la vista.

Llegado a esta situación decidí hace una semana más o menos llevar a cabo mis planes para evolucionar a mi propia versión 2.0. Estos planes incluían recuperar ciertas aficiones abandonadas hace tiempo, y buscar un poco la esencia ... no de lo que era... sino de lo que quería ser.

El caso es que esto de la esencia es verdad que se guarda en botes pequeños, pq yo el mio lo he traspapelado y no hay forma de encontrarlo. Así que he estado pensando en qué es lo que realmente nos hace ser como somos. Sin duda las experiencias vividas, nuestro entorno, y las decisiones que tomamos para interactuar con él. Seguramente además habría que añadir nuestra forma de juzgar lo que vivimos para tomar esas decisiones. Y todo esto va cambiando sin parar... por lo que es facil decir que nosotros mismos no existimos porque no somos más que un cúmulo de cambios sujetos a un criterio bastante arbitrario. ¿Que tengo en común con el niño de 11 años que fuí? Nada, ni la gente que me rodea es la que era entonces ni yo tengo nada apenas ya en común con él. ¿O si?

Y digo, a tomar por culo!! Solo merece la pena vivir esta vida si es con amor, y este viene se va y aparece cuando menos lo esperas. A pesar de eso nos pasamos el tiempo torturándonos buscando que nos llenen esos vacios con los que despertamos día a día. A quien tenga amor en su vida, que lo cuide y lo disfrute, es el mayor tesoro de esta vida. Al que lo busque impacientemente, calma, que es huidizo pero está presente en todo cuanto nos rodea aunque en porciones más pequeñas, dignas de delicatessen.

Ayer desde casa. ¿Es o no es un mundo maravilloso?