En ocasiones nos olvidamos de lo privilegiados que somos simplemente por vivir hoy en día. Si lo pensamos bien cualquiera de los ciudadanos de clase media vive con acceso a mayores lujos que cualquiera de los reyes y emperadores que nos preceden en historia de la humanidad. Y no se trata de joyas y alajas. Sino de cosas como una ducha caliente, el teléfono, la fotografía, o mismamente Internet.
Las mejores ocasiones para darse cuenta de cosas asi es cuando se está enfermo. Me encanta imaginarme a Felipe II, rey del orbe, pasando una gripe de estas jodidas que te agarran por la nariz por la noche y no tienes forma humana de respirar. Qué no habría dado él entonces por un chute de ... llamemosle Sudafet, que te desbloquea las napias como por arte de magia y durante horas?
Pues ese ha sido mi mayor lujo durante las últimas semanas, y
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