Leo hoy en El Pais un artículo resumiendo los principales proyectos museisticos que se están preparando en Oriente Medio. Aprovechan para preguntar a Miguel Zugaza, director del museo del Prado si cabe esperar un hipotético Prado en Abu Dhabi (tal como ha hecho Francia con el Louvre), y contesta lo siguiente:

Miguel Zugaza, director de la pinacoteca madrileña, lo tiene así de claro: “En la edad contemporánea occidental, la hegemonía cultural ha emigrado de las ciudades donde residía, por supuesto, el poder económico, pero también la libertad y una forma moderna de entender el futuro. Ahora parece que esa hegemonía se la subastan ciudades artificiales, nuevas Babilonias que pujan por marcas de lujo, incluidos los museos. Yo me quedo con lo que me dijo en cierta ocasión un arquitecto europeo que fue invitado a diseñar un museo en mitad del desierto: ‘No sé si el futuro es ese, pero yo no quiero participar en él’. Pensando en el Museo del Prado, no creo que ese futuro le concierna”.

Esto resulta muy interesante porque plasma de forma tan sincera como sencilla el mayor prejuicio que sufre Europa respecto el pujante Oriente Medio.

Tal como comenta hegemonía cultural ha seguido siempre al poder económico y también la libertad y una forma moderna de entender el futuro. Y parece que según el criterio de don Miguel Zugaza estas dos últimas condiciones no se dan en los paises del Golfo.

Si lo vemos desde la perspectiva Europea, cabe creer que es cierto. Los paises del Golfo no ofrecen las libertades de Occidente, y su vision del futuro de aparente modernidad en realidad no es mas que eso, aparente, ya que no considera incluir esas libertades que inaguraron la modernidad en Europa.

Y es precisamente en éste punto el que resume el prejuicio Occidental. Esa modernidad, tan asumida y