El bazo

Motorcycle drive by - Third Eye Blind

A veces la nostalgia golpea bajo. Como a la altura del bazo.

Precisamente.

Aun no he encontrado a nadie que sea capaz de explicarme la necesidad de ambos.
La función está clara. Forman parte del sistema inmune, uno del cuerpo, el otro de la memoria. En él maduran y se destruyen los glóbulos rojos, en ella los recuerdos.

Si el bazo estalla puedes morir, a no ser que se te extirpe, dejándote sin defensas de ahí en adelante, pero vivo.

De la misma forma ocurre cuando explota la nostalgia. Se te puede llevar por delante, y si se extirpa quedas sin brújula ante el destino.

Porque la nostalgia marca solo una dirección. A cada cual le corresponde entonces decidir que sentido toma; si lo huye o si lo persigue.

En cualquier caso sus golpes siempre son bajos y traicioneros. Y siempre duelen. Aunque te recuerden que estas vivo.

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Esta canción es la banda sonora de mi adolescencia. Aquellos años infaustos de emociones desproporcionadas. Y ya es casualidad que hoy me haya vuelto a cruzar con ella, después de despertar por sorpresa con la nostalgia respirándome en la nuca.

Aunque no debería haberme sorprendido su visita, justo dos dias antes de bajar al a piel de toro en cuasi rutinaria penitencia, lo cierto es lo ha hecho de mala manera.

Lo mejor es la sensación que deja volver a escucharla. Las palabras ahora tienen otra dimensión. Otro sentido. El de haber vivido las emociones de las que habla, mientras que entonces las anhelaba. Lo que ahora son recuerdos, entonces era ansia. Imaginaciones que ahora son cicatrices el camino seguido. Orgullo de superviviente, contra frustración de un prisionero de sus circunstancias.

Quizás, después de todo, sí que tiene sentido.