Siempre que puedo trato de preguntar a los irlandeses sobre que creen que fué la principal causa de la revolución económica que vivió Irlanda durante los últimos 10 años. La mayoría de las veces coinciden en algunas razones y divergen en otras. Pero algo en lo que siempre coinciden es en remarcar el gran peso que tenía la iglesia católica en Irlanda antes de dicha revolución.
La iglesia, al parecer, era un auténtico poder en la sombra, que definía las políticas educativas y sociales, llegando a condicionar casi todos los aspectos sociales y políticos durante décadas
(y siglos). En Irlanda no hace muchos años que la gente hacía cola para ir a misa (
después y antes de ir a pub, también es verdad), y que las sociedades de la beneficiencia
(como Vincent St. Paul) mantenían a miles de personas con sus encomiables actos de caridad
(como de costumbre, suficiente para que los pobres siguieran vivos, pero siguieran siendo pobres). La ley del divorcio tuvo que pasar dos referendums y no se aprobó hasta 1995
(y sólo por 9.000 votos de diferencia, y con el Papa Juan Pablo II pidiendo el voto para el No el último día de campaña).Mientras tanto la Iglesia ponía el grito en el cielo en contra de la venta de preservativos en tiendas y supermercados.
Hasta hace bien poco era incluso legal forzar sexualmente a tu esposa, ya que el marido tenía que ser obedecido por sus hijos y su esposa. Y el aborto se encuentra en un vacio legal que nadie se atreve a comentar. El reconocimiento legal a las parejas "de hecho"
(sean o no del mismo sexo) no existe, así que ya os podeis imaginar que lo de las uniones homosexuales aquí aún tardará en llegar.
Por eso leo con preocupación, cierto miedo y bastante pena, lo del
show que ha montado Rouco y sus acólitos en Madrid. Escucharle decir que leyes que permiten que dos personas puedan recibir reconocimiento legal del estado de su relación afectiva
(incluyendo los correspondientes derechos e obligaciones, independientemente de su género, religión o la emisora de radio que escuchen) son leyes que representan
"una marcha atrás en los derechos humanos" me deja poco menos que estupefacto.
Rouco dijo que
"la concentración no es política, sino por la familia, el matrimonio y su derecho a la educación de sus hijos", "ofrecemos ese testimonio, no lo imponemos", pero "sí pedimos que sea comprendido, que sea aceptado". Y luego dice:
"la doctrina de la Iglesia sobre la familia busca convencer e influir en la realidad socio-política, aunque ése no sea el efecto que buscamos en primer lugar".Domingo Blasco, del Foro de la Familia:
"No dejéis el corazón y la cabeza de vuestros hijos en manos de nadie y menos del Estado". Por lo que intuyo que ellos prefieren que las dejemos en las suyas. Personalmente inmediatamente pediría la retirada de la asignatura de religión subencionada por el estado (para eso ya está la catequesis, ¿No?).
Que en este país el debate sea la enseñanza de
"Educación para la ciudadanía" y no el pésimo nivel en matemáticas, lenguas extrangeras
(y estatales fuera de la comunidad autónoma propia) y ciencias. O que el hecho de que se reconozcan las uniones civiles de dos personas del mismo sexo como matrimonios levante sarpullidos
(Si el problema es llamarlo matrimonio ... le cambiamos el nombre y listo), algo que afecta sólamente a la esfera privada mientras tenemos unos cuantos problemas bastante más serios que afectan a toda la sociedad
(mileurismo, corrupción, falta de productividad, falta de planificación, vivienda, desprecio a la ciencia y la cultura, la SGAE, etc).
Es cierto, los que no estamos de acuerdo con ellos solemos imaginarnos una separación de la Iglesia y el Estado como la francesa, un caso absolutamente minoritario en Europa. Pero lo que esta gente propugna es una vuelta a los tiempos en los que la sociedad se rige por las normas concevidas por un grupúsculo de gente elegida por si misma, sin atisbo de democracia interna y no sometida al control del Estado ni de la sociedad que desea controlar.
Amenazas a la familia? Los sueldos bajos, la dificultad para conciliar trabajo y vida familiar, y la mentalidad del empresario medio
"si te damos un trabajo es para hacerte un favor", por no mencionar la desvinculación de las familias en el proceso educativo de sus hijos (padres "reprochando" a los profesores que hayan castigado sus hijos, por ejemplo).
Me temo que toda esta gente vive en una fantasía bastante preocupante, en la que hombres vestidos de negro que tienen prohibido crear sus propias familias y tener relaciones sexuales explican la gente, sean o no sean de su
"comunidad" como vivir sus vidas, guiados por un hombre de blanco al que consideran en comunicación directa con dios e infalible.
Señores, viven en sociedad, son parte de ella, pero no son los únicos. No confundan el contenido con el continente. Las leyes a las que se oponen están hechas por y para el resto de la sociedad, y son perfectamente compatibles con sus creencias. Que la sociedad permita divorciarse no les obliga a ello. Si sus fieles se casan por la iglesia y deciden divorciarse civilmente ... ese es su problema. ¿Será que sus fieles no lo son tanto a sus principios "religiosos"? Pues allá ellos, y ustedes. Un católico y homosexual no debería casarse con alguien de su mismo sexo. Dejen a los homosexuales no católicos en paz y preocúpense más de lo que van
diciendo y
haciendo (estudio "
Vida sexual del clero") algunos representantes de su Iglesia y las implicaciones que tiene(Ejemplo:"
el clero carga con la responsabilidad del 4.17% de los abusos a menores en España. Uno podría pensar que el 4.17% no es tanto, pero en España hay 44 millones de habitantes y el total de curas de la ICAR en España representa solo el 0.041% de ese total.").
Señores, cuando ustedes piden todo esto es como si el señor Cocacola pide que sólo se venda su bebida en el mundo. Una demanda legítima, que sólo tiene sentido para el señor Cocacola y que le importa un bledo que haya gente que prefiera Pepsi, el vino, o el agua. Lo realmente preocupante no es que lo pidiese, sino que se le hiciese caso.