En internet puedes encontrar de todo, incluso algo como la curiosa historia de Free Hugs (dedicada a Escandi-Navo, con todo mi cariño y afecto). O también la curiosa historia del niño de cinco años que fotografió por primera vez en cien años a un condor volando en el cañon de Topanga. O la del japonés que robó 5000 pares de zapatos porque le gustaba como olian.
Sin duda en este mundo pueden pasar cosas muy raras. Pero raras raras.
Sin duda en este mundo pueden pasar cosas muy raras. Pero raras raras.
3 comentarios:
voy a empezar a dar amor gratis yo tambien.
Gaby...
PD: No se garantiza que sea tan casto y puro como un abrazo
Ooooh, qué bonita la historia de Free Hugs. Aunque...¿a qué huelen las zapatillas?
¿Quién me da un abrazo?
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