Esta mañana he visto "The Pillow Book", una historia sobre pasiones y caligrafía, que ha resultado ser sugerente y perturbadora. Me ha gustado, teniendo en cuenta que no sabía lo que me iba a encontrar porque la única referencia que tenía era que el director, Peter Greenaway, ha hecho varias películas con Michel Nyman, el de las bandas sonoras del otro día. Y es que recorrer caminos a la inversa a veces da sorpresas de lo más curiosas.
Recuerdo que en su día me cauitivó la idea de escribir sobre el cuerpo de otra persona, lentamente, con pincel, dejando que las letras y la historia adquieran otra dimensión. Palabras que no perdurarán más allá de la caricia del agua. Tinta que llega al alma, y se va por el desagüe dejando atrás un todo que nunca podrá volver a ser. Un homenaje a la no persistencia de la vida y de lo vivido. Erotismo, pasión, deseo, y literatura.
Personalmente me gustado más por lo que sugiere que por lo que dice. Se agradece que experimente con el formato visual, y que no caiga en la lentitud asfixiante y el desconcertismo de las películas orientales. En esencia se puede resumir en esta frase que dice la madre de la protagonista a mitad de la película:
"Dos cosas no nos han de faltar: las delicias de la carne y las delicias de la literatura."
Recuerdo que hubo un tiempo en el que pensaba que podía encontrar respuestas en el cine o incluso en libros, como si contuviesen la esencia de la experiencia de otras personas y que esta pudiese ser útil para los demás. Ahora tengo la impresión que nadie tiene esas respuestas, y que simplemente podemos encontrar otras formas de hacer las mismas preguntas.
Quizás algún día consigamos hacer la pregunta adecuada y entonces todo adquiera otro sentido.
Mientras tanto cada vez me seducen más las cosas más sencillas.
PD: si quieres saber más de "The pillow book":
- Wikipedia, si quieres un resumen de la película. Cuidado que la destripan. Aviso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario