martes, abril 28, 2015

¿Por qué creo que todavía hay esperanza?

Hace dos años que la crisis empezó oficialmente, aunque lo cierto es que empezó mucho antes. La crisis es el propio sistema, desmandado en todas las dimensiones. Social, ecológico, y económico.

Ahora parece que hay una luz al final del túnel, pero aparece en el lugar más inesperado.

Resulta paradójico que la más probable salida a la crisis empiece con la aparición de un movimiento de defensa de los derechos de los trabajadores, de la organización de los mismos, de su revuelta contra el abuso del capital. Y no va a ocurrir ni en Europa ni en Estados Unidos. No, va a ser en un país comunista, ni más ni menos. Va a ser en China.

Porque ahora se empiezan a ver las primeras señales de reacción de los trabajadores chinos exigiendo mejores condiciones laborales. Se acabó lo que se daba. Se acabó la mano de obra barata. Y en ese caso empezará a no compensar fabricar a miles de kilómetros y volveremos a fabricar cerca. Y cuando baje la demanda internacional China tendrá que invertir las ingentes cantidades de dinero que tiene en incentivar el mercado interior, mientras que el resto de los países recuperarán fábricas y puestos de trabajo (aunque seguramente tengan que renunciar a ciertas prebendas y prestaciones sociales). Al mismo tiempo se recupera la senda del sentido común y se reduce el impacto ecológico.

Este proceso se acelerará si sube el precio del petróleo, pero al mismo tiempo añadirá mas presión a todas las sociedades industrializadas. Es decir, pongansé el casco, que vienen curvas. Porque al fin y al cabo estamos hablando de un cambio de paradigma, de volver a un modelo económico más lento y cercano, donde los crecimientos de dos dígitos difícilmente se darán (y seguramente serían muy mala señal).

Claro que si enlazamos esto con lo que comentaba el otro día sobre la memética y las ideas como entidades con afán infeccioso y autorreplicante, no puedo evitar preguntarme cuantas de estas ideas son propias, y cuantas me han sido contagiadas. ¿Acaso algo de todo esto es original? ¿Acaso he llegado a estas conclusiones por mi mismo o son las conclusiones de algún otro, que se han ido propagando y germinando salto a salto? Y más importante aún ¿Acaso importa?

Lo cierto es que todas estas ideas ya se plantearon hace muchos años. Ya cuando se planteaba la caída del imperialismo norteamericano y el auge de China surgía la pregunta de como iba a manejar el partido comunista el inevitable aumento de exigencias sociales una vez los trabajadores ya no tolerasen más las condiciones laborales abusivas, cuando empezase a surgir la clase media.

¿Cuándo fue la primera vez que se planteó esta idea?

¿Cuánto tiene de sentido común, y cuánto tiene el sentido común de ella?

lunes, abril 27, 2015

Receta para testamento vital

Mujeres, vino, desenfreno, masajes al atardecer en la playa, siestas acurrucado en una hamaca bajo las palmeras, fiestas clandestinas, conciertos desenfrenados.

Volver a nadar desnudo con luna llena, y comer en puestos callejeros, perderme en una ciudad desconocida, ir de bares hasta que cierren o salga el sol, cruzar la selva en tren, hacer noche en el desierto de Atacama, ver la aurora boreal, ir a la isla de pascua, bailar tangos en Buenos Aires, vivir con una familia en la Habana

Ir a las dunas con piscinas de Brasil, ir de fiesta en Colombia, ver el canal de Panamá, nadar en aguas luminiscentes, submarinismo en el Mar rojo, ir a la isla de Jeju en Korea, a Okinawa en Japón, saltar de Isla en Isla en Micronesia, recorrer Còrsega en bicicleta, ir a Mongolia en el trans-Siberiano, hacer el amor al amanecer con el Montblanc de testigo, visitar la fàbrica de chocolate de Lind, bañarme en un baño caliente en Japón, cantar en un karaoke en Birmània, emborracharme en Praga, encontrar el mejor croissant del mundo, volar en planeador, viajar por España durante tres meses de pueblo en pueblo y sin rumbo, jugar con un perezoso, ver los orangutanes en Madagascar, pescar un pez en una playa de Mozambique o Senegal y cocinarlo a la brasa, que le pongan mi nombre a una escuela, que me entierren en un ataúd de Ghana, que canten y bailen en mi entierro y que tengan tres días de luto que derive en una fiesta y una orgia monumental.

Todo esto contigo, en lo que quieras venir.


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2025/04/28
Diez años y un día.
No es una condena, es una vida.
Y mirando atrás, una sorpresa.
Por las cosas que sí hice, por las quería y había olvidado.


No fuiste tú, quién yo creía que iba a querer venir y no vino. Si no quien no lo parecía. Fue diferente, y de repente, todo cambió, como en una caída a cámara lenta, donde la vida se deshilacha y transforma en algo nuevo, aunque sea de repente y a cámara lenta.

Un armario y zapatos de tacón.
Apareciste por sorpresa y todo cambió. Con tu sonrisa y tus juegos, viviendo la vida con ceñuda intensidad. Reflejando lo mejor y lo peor de mi, haciendo que el mundo se detenga en tus maravillosos ojos negros.

Y la sorpresa de sentir que en todo lo bueno de la vida ahora te siento a ti, y en lo malo a tu ausencia.
El dolor de querer abrazarte y tenerte pequeña para siempre y al tiempo verte crecer ya para compartir todo lo que te quiero dar y descubrir.

El terror de comprender que cuanto más vivimos más morimos. Y no querer que mueras nunca, que seas siempre el sol que todo lo ilumina.


¿Qué será lo que traerán diez años y un día más?

PD: Resulta fascinante que este humilde blog sea lo mas constante de mi vida, y que el final de Abril sea la fecha mas repetida de los últimos diez años. Los diez años sin primavera.