domingo, octubre 28, 2007

Dublin

Dublin es una ciudad extraña. Gente que no mira a los ojos, calles grises, edificios desangelados, suciedad y pedigüeños. Es una ciudad bastarda, huérfana de encanto. No tiene un centro, ni una forma. Es un cúmulo de despropósitos de difícil explicación. El némesis de la armonía, y pese a todo quiero vivir allí.



PD: Una hora y cuarto de entrevista, y la semana que viene me dirán. Ya veremos.
PD2: Fotos ayer, en Grafton St.

65daysofstatic

Me encanta esta "canción".


"Radio protector" - 65daysofstatic

Recomiendo poner el volumen un poco alto. Y si te ha gustado, sigue con "Drove through gosts to get here".

viernes, octubre 26, 2007

Me quiere,...

,... o no me quiere.

Ese es el dilema al que me enfrentaré hoy. Entraré en la entrevista y le daré esta flor esquizoide. Que vaya deshojandola mientras yo canturreo "Me quiere, no me quiere".

Yo apuesto rojo impar. Si no gano, pierden ellos. Ea.


Foto robada de un jardín de Limerick ávido de mestizaje.
Fue hace dos semanas , cuando era primavera. Si el tiempo está loco, no acabarán igual las flores, no.

miércoles, octubre 24, 2007

Sinceridad

Cámera Café me gusta mucho. Seguramente porque me recuerda mucho a un sitio donde trabajé. Teníamos cada uno de los personajes, y una tolerancia a la cafeina considerable. Supongo que esa es la gracia, que todos hemos trabajado con personajes similares.

Este "capítulo" es diferente. Tiene un punto amargo y conmovedor, que me encanta.


- A llorar por otra oportunidad perdida.
- Somos idiotas
- A cual más.

Jodo, que bonito, y que difícil es hacer sonreir con las verdades que duelen.

lunes, octubre 22, 2007

La radio huérfana

La radio tiene algo mágico. Palabras invisibles que surcan el aire desde un cuarto a kilómetros de distancia en el que alguien habla al vacío sin la certeza de que nadie le esté escuchando. Palabras que cuentan historias a miles de personas pero que en ese instante te las cuentan a ti. Palabras capaces de pintar un cuadro, hacerte viajar, despertar, enfadar, reflexionar, decidir, sonreír, llorar, dormir, olvidar, desear, crecer, soñar, comprender, recordar, emocionar, vivir.

El paisaje de mi radio incluía muchos programas de Radio3 (algunos magníficos, que nunca volverán), amaneceres con análisis cáusticos, desayunos con contertulios a veces cabreantes, a veces sorprendentes, viajes con una pandilla tronchante, siestas con música maravillosa, tardes con entrevistas y juegos sorprendentes, noches con información a deshora, medianoche a veces con deporte, al final con música de elefantes, madrugadas con intimidades, a veces con chinchetas, y otras con ignorantes y al final amaneceres con quien tenía que irse. Los fines de semana iba al cine cuando podía, aunque el fútbol siempre estuviese tocando los mondongos.

De todo mi paisaje quedan pocos de los que eran. Unos se fueron a la televisión, otros fueron jubilados (sangrante lo de Radio3), o cambiados de emisora o programa. Que se le va a hacer. Pero lo que de verdad duele es cuando uno de estos magos se va sin poder despedirse. Cuando me enteré de que Carlos Llamas había muerto me dolió en el alma. Hacía tiempo que no escuchaba el programa, pero han sido tantas las noches y las discusiones, los análisis y las entrevistas, que se había ganado un puesto de viejo amigo en mi paisaje. Daba igual cuanto tiempo hubiese pasado sin escucharle, porque al volver a hacerlo era como retomar una agradable conversación como si el tiempo no hubiese pasado. Tuvo una prórroga, y en cierta forma la supo aprovechar.

La partida de Juan Antonio Cebrián ha sido más dolorosa, por inesperada y traicionera. La Rosa de los Vientos era un tesoro, y Juan Antonio era el viejo capitán que lo había descubierto, y el mago que compartía con nosotros su magia. Un programa para minorías noctámbulas, que preferían cultura e historia, rigor y honestidad, a dramas diarios y llantinas. Tenía un estilo muy particular, que algunos han querido imitar (Milenio 3 es una copia paranormal, que pronto se quedó sin munición), es cierto, pero enseguida se convertía en ese amigo humilde y sencillo que sabe mil historias y que no deja de sorprenderte. Alguien que te inspiraba pasión por el conocimiento, y ganas de saber más.

Nunca me imaginé que fuésemos tantos los que vamos a echarle de menos, y de eso me alegro.

Os dejo con un corte de su programa, contando una gran historia, que merece la pena ser escuchada: La de Blas de Lezo, el medio hombre (descubrid porque), uno de los mejores comandantes de sus tiempos, que humilló a los ingleses haciendo que el rey Jorge prohibiese escribir sobre él. Una historia contada con esa sencillez tan difícil de conseguir. Espero que os guste.





Se te echará de menos Capitán. Dicen que hay un faro menos en el mar pero una estrella más en el cielo, pero yo digo que me cago en diez, ojala no te hubieses ido.

domingo, octubre 21, 2007

Volver

Yastá, ya he vuelto. Una semana en la península, atendiendo la llamada de mi patria, es decir, a las tapas, la bebida, los amigos y la familia (esa es mi patria y mi bandera).

Que bonita Granada, y que bonitas las granadinas. Que tapas más ricas, que barbaridad. La Alhambra bonita, sí, pero vamos, me gustaron más las tapas y la convención de Navajeros.

Cordoba me sorprendió enormemente. Seguramente la ciudad más limpia de las Batuecas, con sus casas encaladas, y bares en inglés. Me encantó, sobretodo porque reconozco que no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. La Mezquita/Catedral, preciosa, y si en la visita te acompaña un historiador, aún mejor. Medina Azhara resulta bastante prescindible, sobretodo tal como está montada, con una información aburrida, tan poco formativa como digerible y útil. Con lo poco que costaba hacer las cosas bien parece que se lo hayan encargado a cualquier becario en prácticas, sin motivación ni presupuesto. Debía ser una maravilla el salón de los Califas:

El escritor Ibn Bashkouwal menciona «entre las maravillas de Medina Azahara, el salón de los Califas, cuyo techo estaba hecho con tejas de oro y bloques de alabastro translúcido. A cada lado se abrían ocho puertas de ébano con relieves de oro. Cuando el sol penetraba en esta sala y al-Nasir (Abd er-Rahman III) deseaba asombrar a sus cortesanos, bastaba con que hiciera una señal a uno de sus esclavos y el estanque lleno de mercurio que estaba en el centro de la sala se ponía en movimiento. Entonces parecía que el salón daba vueltas, mientras que unos rayos de luz atravesaban la estancia llenando la asamblea de terror. Fue la abundancia de mercurio que había en España lo que le dio a al-Nasir la idea de este mecanismo gracias al cual la sala parecía dar vueltas sobre sí misma como sobre un eje. Daba la impresión de que seguía el movimiento del sol. El califa se ocupaba tanto del buen funcionamiento de este mecanismo que sólo confiaba su conservación a su propio hijo, al-Hakam». (Más)

De vuelta por Despeñaperros conseguimos parar en Casa Pepe. Sí señores, Casa Pepe, el restaurante cara al sol. Una especie de parque temático dedicado a Franco, Jose Antonio y a esa España que tanto duele porque quiere hacer daño y dejarse huérfana de sueños con futuro, prefiriendo vivir en un pasado ponzoñoso y polvoriento. Donde sufrir es lo normal y hacer sufrir el único alivio de sus huestes.

Sin duda toda una experiencia. (En la tele estaban viendo en Cuatro el debate sobre la visita de Ibarretxe a Zapatero. Nadie prestaba demasiada atención, hasta que salió Aznar hablando en una conferencia. Se hizo un silencio sepulcral, todo el mundo se puso a escuchar. Cuando acabó de hablar nadie dijo nada, y todos volvieron a lo suyo. Como si hubiese hablado el Papa)

De allí fuimos a Guadalajara, atravesando los secarrales quijotescos en los que ya no se alzan molinos sino moles aladrilladas, contenedores de familias que pasarán media vida en el coche, sin conocer a sus vecinos ni tener raices donde viven. Y rodeamos Madrid, esa ciudad que se desparrama incitada por el dinero fácil, desperezándose de sus complejos pero olvidando sus esencias. Una ciudad de conductores sociópatas, y silencios perdidos.

Así llegamos a Segovia, a sorprender a mis abuelos, y vaya si lo hice. Encantados quedaron y todo salió mejor de lo que esperaba. Cariñosos y alegres, dando ese cariño que que tanto duele, cuando notas que la vida se escapa entre los dedos como granos de arena que nunca volverán. Por primera vez en mucho tiempo sentí que mi abuela me escuchaba y abrazaba con la mirada, por enésima vez recibí el apoyo y fé incondicional de mi abuelo. En dos meses los vuelvo a ver, aunque no saben que esta vez fuí a verles más por mí que por ellos.

Vuelta a Irlanda, vuelta a Limerick y a la realidad. Una vuelta un tanto extraña, a una etapa que quiero cerrar aunque me cueste como un órdago mal tirado, porque hay gente a la que no quiero dejar y porque, para que negarlo, cuesta volver a empezar.

·Fotos de Granada
·Fotos de Córdoba

jueves, octubre 11, 2007

Escapada

Hace unos días se fueron de pintas mi sentido común, mi responsabilidad y uno de mis lados oscuros. Ignoro que tipo de conversación tuvieron pero volvieron a casa con una noticia que era una decisión tomada. Ante tal situación no pude menos que claudicar y dejar que fuesen ellos quienes me metiesen en la camisa de once varas en la que me dispongo a meterme empezando por las piernas.

No, no es para tanto. Sólo se trata de una escapadita, un vuelo a Madrid para ir en coche hasta Granada y celebrar una reunión como dios manda con los amigos Navajeros que compartimos el último año en Limerick. Tres días de fiesta, dos de turismo y dos de familia.

Sí, el viaje incluye una visita sorpresa a mis abuelos. Una visita que no es el síntoma de nada bueno, sino de verle las orejas al lobo. Y reconozco que no tengo ni las agallas ni los santos bemoles para salir indemne. Que sé que tengo todos los números para volverme con una pena inmensa y la única satisfacción de una sonrisa y unas palabras sacadas con alicates. Y en la maleta sólo me llevo la certeza de que no sabré el porqué de este viaje hasta la vuelta del mismo.

Como dice aquel, hay dibujos que sólo tienen sentido después de unir los puntos.

Cariño de lo cuotidiano

En lo general no sabes si coges cariño a lo cuotidiano, si lo cuotidiano despierta el cariño, o si lo cuotidiano es el cariño. En cualquier caso que bonitos son los fines de semana así.



Nota: Me quedo con la canción hasta la mitad, porque cuando empiezan a aparecer los amigotes saltarines con subidones de azucar me entran ganas de rociarlos con gasolina. Palabra.

miércoles, octubre 10, 2007

Antonia Font

Volver a la vida por un instante y ver que nada ha ocurrido, que todo sigue igual. Los oasis existen pero se van con el viento y las nubes. Y si con ellas se van, con ellas volverán, si es que alguna vez lo hacen. Momento para sumergirse en un Batiskafo monoplaza para emerger en otras tierras con otras canciones que dejarán recuerdos diferentes a las de estos días.



Siempre queda la opción de darle al Replay.



Así que quien sepa lo que depara el futuro que pase la botella y comparta un poco con los que no lo vemos tan claro.