lunes, mayo 25, 2009

Cosas que aprendes en Iran

Sentirte Guiri
Ahora sé lo que se siente cuando estás en un país sin posibilidad alguna de comunicarte. Especialmente cuando ni los gestos son los mismos.

Entras en un sitio de comida, salam, salam, y ahí te dicen nosequé ya como si fueses vecino de toda la vida. Obviamente tu cara de pazguato te delata. Te sueltan otra parrafada. Podría haber sido una cuidada selección de palabras sencillas destinadas a facilitar la comprensión al ninyo más retrasado del barrio, pero da igual, has entendido lo mismo o menos aún que antes. Ante el rieso de que te de un tirón de tanto poner cara de tonto decides dar un paso, romper la dinámica de la conversación, y poner algo de tu parte. Venga vamos! En voz alta y clara:
"Kebab"

Ale, ya lo has dicho, con dos cojones, ahora si que has resuelto todo el problema, y al fin vas a poder comer.

Claro que por la retaila que te suelta comprendes de inmediato que debe de haber un universo de opciones asociadas al kebab. Y lo cierto es que tampoco parece muy impresionado ante tal demostración de sapienza culinaria.

Espera, parece que afloja el ritmo, si si, parece que te pregunta algo. Este es el momento. Muestrate seguro y firme, que no vaya a tongarte.
"Kebab??"
Pero como es posible que haya sonado a pregunta?? Ay madre.

Él responde "kebabnosequé?". Emoción, parece que aquí hay diálogo, ahora nos entendemos.
"Vali", que viene siendo sí
"Nosecual nosecuantos?"
"Vali, vali" Ya que estamos mejor que sobre a que falte, no se vaya a decir.
"Nosecuantisimomasyotraspalabras raras?"
"Na." Lo cual es no, que tampoco es plan de que se crea que decimos si a todo y la liemos.

Así es como te plantas con un kebab con cinco salsas quimicamente incompatibles, tanto entre ellas (no se mezclan, sino que flotan unas encima de otras) sino tambien con tu mucosa gástrica y seguramente tu flora bacteriana.

Por eso ahora entiendo y respeto enormemente a todos los guiris del mundo, que eligen los restaurantes no en función del menú sino de las fotografias que tenga. Y es que si no puedes senyalar no eres nadie y como dice mi abuela, los cementerios están llenos de valientes. No os volvais a reir de ellos.

PD: Este relato es pura ficción y todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Aunque coincidencias hay muchas en la vida.

4 comentarios:

Reena dijo...

Siendo tu me temo que no es ficcion jajajajaja

Si yo me pierdo en los takeaway Hindues aqui...no veas ahi

Jajajajajajaja

Espera, que te senyalo y me sigo riendo

Jajajajajajaja!

flekyboy dijo...

Jajaja, me suena la historia. Sobre todo en Polonia, sin una palabra de polaco, sin fotos en los menus y sin nadie que hablase 'cristiano'.

Una maravilla gastronomica, la que nos fuimos encontrando señalando a los menus sin saber lo que pediamos.

Tittibruni dijo...

Jajaja, espera, espera, jajajaj
que cojo aire, jajajaja...
Oye, la próxima vez graba la conversación con la cámara!!
Un colega de mi pueblo lo hizo en Egipto con él farfullando algo de inglés y regateando con los locales. Que risas nos échamos después, jajaja
Tu tienes que hacer lo mismo. Por cierto, no te nos mueras de una gastrointerítis.
jajajaja.

marco dijo...

queeeee grande!!! jajajaja

"tampoco es plan de que se crea que decimos si a todo y la liemos"


Te sigo ;)