viernes, mayo 19, 2006

El tiempo pasa...

Cada día utilizamos cosas que no han existido siempre, pero las tenemos tan asumidas que no nos damos cuenta que antes la vida era posible sin ella. Por ejemplo los teléfonos móviles.

Personalmente estoy orgulloso de pertenecer a la última generación que ha crecido sin un movil, llamando a casa de los amigos y preguntando con ellos a sus madres/hermanos/etc, pidiendo turno en casa para llamar, a veces usábamos las cabinas (en vacaciones los primos mayores se iban con doscientas o incluso quinientas pesetas a llamar a la cabina de debajo de casa a llamar al novio/a) , las llamadas interprovinciales costaban una pasta ("Corta, que llevas media hora hablando!"), no había identificadores de llamada ni facturas detalladas, y el número más raro que había eran los 902 (ni 906 ni tarots, ni partylines ni leches. De hecho sólo utilizabamos los prefijos para llamar fuera! Que barbaridad).

Cuando empiezas a pensar en estas cosas y te das cuenta de que te estás asombrando y sonriendo desde lo más dentro, entonces es que te estás haciendo viejo/a, y empiezas a tener "historias del abuelo cebolleta" para contar.

De la misma manera ayer un santo varón se hizo un día más viejo como venía haciendo por costumbre, pero con la inopinada novedad de que a diferencia de los otros días éste le trajo de regalo un año más de vejez. Este tipo, al que quiero con locura (lo cual no quita para haberle querido partir la cara en más de una ocasión), se ha hecho mayor como todos, sin darse cuenta y sin querer. Con él he recorrido media europa y medio mundo (exagerao, fuimos hasta la mitad del mundo y volvimos, pero no nos movimos demasiado por ahí), tres cuartos largos de carrera y vete a saber cuantas cosas más.

Seguramente a estas alturas él ya no esté leyendo, porque no es de leer cosas "con tanta letra", aunque por tocar los güebos es capaz de todo. Pero no os vayais a creer que es un mal tipo,
Es alguien único (y lo que nos alegramos de que lo sea) y de este tipo de personas de las que ser amigo suyo dice mucho a favor tuyo.

Así que aprovecho para regalarle una de estas historias sobre cosas tontas que yo se y que no sirven de nada pero entretienen un rato. Por ejemplo el nacimiento de :-)

Allá por 1982 los profesores de la facultad de informática de la universidad de Carnegie Mellon utilizaban un sistema de mensajes electrónicos muy primitivo (sin imágenes, sólo letras) para dejarse notas (como en un foro). Un día uno hizo una broma sobre un experimento con mercurio, y algunos no se dieron cuenta de que no hablaba en serio (el año anterior sí había habido un accidente con mercurio en un laboratorio). Para que no volviese a ocurrir alguien sugirió que los mensajes bromosos se marcasen con *, %, o algunos signos más hasta que Scott E. Fahlman propuso utilizar :-).
[Quien quiera más detalles puede encontrar la "conversación" aquí]

Y así han llegado hasta nuestros días, tanto el señor G. como el señor Smile, repartiendo sonrisas por el mundo.

3 comentarios:

Mar dijo...

Felicidades al señor simpático

Gill Bates dijo...

que mamon! la has clavado, en la primera lectura lei tres parrafos y salte al ultimo, la historia del :-) que me parecio interesante y precindible. En la segunda lectura he visto el resto y creo que voy a llorar...

jaja, me salte los tres parrafos, soy un AS, me tienes calado cabron!

Besitos y agradecido.

Prometeo dijo...

Thalatta; Ahí abajo lo tienes ;)

Gill Bates; jejeje, como nos conocemos ehhh. ;) Que lo disfrutes!