viernes, octubre 28, 2005

Cerrado por defunción

Ayer fué un día extraño, triste. La muerte de alguien muy conocido del barrio fue el detonante y la desconcertante mala noticia. No por una cosa en particular, sino porque una serie de sucesos recientes cristalizaron de forma inesperada, haciéndose presentes cuando hasta ese momento los había estado esquivando. Fué uno de esos días de los que afortunadamente no posteé lo que escribí. Son cosas de la vida, pero no por ello duelen menos. Pero dejemos las cosas tristes.

Hoy en cambio me he levantado con otra sensación. No se si os ha ocurrido alguna vez que habeis podido resolver algún problema o algún tema que os preocupaba en un sueño. A mi me ocurre bastante, y he de reconocer que es algo maravilloso. Y es así, en un sueño, donde he visto que hay cosas que hay que hacer en vida, y que una vez se nos va alguien a quien no hemos podido despedir quedan pocas palabras por decir, y solo queda una mirada cálida que diga lo que no podemos decir.

También en el sueño ha aparecido un aviso.

Y hoy he vuelto a aprender a columpiarme. Os reireis pero no sabía columpiarme. Por lo visto de pequeño sí me columpiaba cual cabra loca, pero lo olvidé. (Se que es difícil de entender pero es así, no todo es normal en mi vida, jejeje)
Y hoy, después de años, he conseguido columpiarme. No sabeis la ilusión que me ha hecho. No hay como tener una buena maestra ;-) Es como si hubiese recuperado un pedazo de mi infancia, y eso me ha hecho sonreir y pensar. Porque hay cosas que con tantos traslados se quedaron en el camino. Supongo que es el precio a tener las raices repartidas en varios sitios. Siempre se pierde algo en las mudanzas, incluso algunos recuerdos, algunos pedazos de nuestras vidas. Me alegro que a veces sólo se traspapelen para reaparecer de forma inesperada.

4 comentarios:

bellosoli dijo...

Bueno, está bien eso de poder solucionar los problemas con los sueños. Yo preferiría dejar de soñar, que solo me provoca dolores de cabeza!

Sobre las raíces dispersas... es inevitable que ciertos lugares acaben desapareciendo de tu vida, lo importante es saber que tienes donde refugiarte. Un lugar donde siempre puedas encontrar a alguien. Y estoy seguro que sabes que lo tienes.

Cuidado con los columpios que te puedes pegar una buena leche!

Vero dijo...

Yo también he solucionado problemas en sueños, he visto a gente que necesitaba ver y que por ciertos motivos no podía y le he dicho lo que le tenia que decir, y me he despertado con sensación de liberación, y también he soñado con gente a la que hacía tiempo que no veia y me han llamado al día siguiente. El mundo de los sueños es muy peculiar. Me alegro de que ahora te encuentres mejor ;-) Un besoo

Anónimo dijo...

Hola Prometeo, veo que compartimos el gusto por la mitologia para empezar... Luego me he dado una vuelta por el blog y he descubierto que también compartimos el gusto por Sabina, por Ameliè, por Yann Tierssen, por Aldous Huxley...etc... ;)
Decirte:
Primero que siento mucho que hayas perdido a alguién.
Y Segundo que lo de volver a subirse a un columpio o hacer cualquier cosa que nos recuerde a la infancia de vez en cuando, es una gran terapia.
Gracias por tus comentarios.

;) saludos!

Prometeo dijo...

Bellosoli, sabes que no se trata de soñar, sino de los temas, así q espero que pronto encuentres otras cosas con las que soñar. Y bueno, sabes por donde andan lo más parecido a mis raíces, pero pensando en lo que dices... quizás las raices son la gente que nos une al mundo. A saber.

Superpava, a mi me ha pasado lo que dices muchas veces, y me encanta. Pero esta vez además ha aparecido en el sueño una amiga de la familia ya mayor que por desgracia no le acaba de acompañar la salud, y no se, ha sido como un aviso. Así que trataré de ir a verla lo antes posible. Son curiosos los sueños, sin duda. Y pensar que hay gente que no los recuerda nunca. Hay que ver. :-)

Pandora, ha sido realmente muy curioso, jejeje. Más que la sensación en si, la satisfacción de conseguirlo. Es como haber sintonizado la emisora que hacía tiempo que buscaba, esa canción que no acababa de saber como era. Y sí, la verdad es que ahora los columpios me vuelven a emocionar, es como haber redescubierto un pequeño tesoro, aunque cuando volví a poner los pies en el mundo estaba un poco mareao, jejejej.

Y hola Medea. De pequeño me gustaban mucho los cuentos, y la mitología tiene ese algo mágico y tremendo tan fascinante. Sabina es... Sabina; Tiersen es un mago, y Amelie es una esencia. Me reconozco adicto a la magia de las pequeñas cosas y a las historias, con eso ya soy feliz. Gracias por lo primero, es la vida y duele pero sigue. Y lo segundo tienes razón, es una gran terapia para la adultitis, cuando nos preocupamos de más por cosas de menos.

A todos gracias ;-)